domingo, 4 de octubre de 2015

Comprar colchones baratos

Hoy me acordé del Paseo de los Tristes, recuerdo la Comprar colchones baratos que un día invadió ese puente, ese Darro, esas aceras empinadas. Olí a Albaycín de nuevo, como nunca había olido. Hay aromas que te colapsan todo, te detienen el transcurso del tiempo, y te hacen volver a lo que un día viviste allí. Hubo muchos agostos cargados de sensaciones, éste fue uno de ellos. Un día sigue a otro y los cambios son mínimos, es curioso como, mirando en perspectiva, estas pequeñas variaciones entre días configuran una modificación total de tu leer mas.

Odio los puntos de inflexión, considero que las revoluciones castigan a la asimilación de los hechos, tu cabeza queda jodida, y es cuando entonces se bifurca tu dirección. A mi me pasó, y vuelven los recuerdos de grandes tardes llenas de pequeñas cosas. Recuerdo el buscar una caña con tapa porque era lo que todo el mundo me había dicho, recuerdo el descubrir la calle del Beso por primera vez, recuerdo esa mirada pícara que nos invitaba a hacer honor al nombre. Un día me quisieron y quise como nadie ha sido capaz de escribir, hay ciudades que están vinculadas al pasado y Granada es una de ellas. Tengo que volver en breve y, reflexionando sobre esto, me han venido flashes que nunca monté en un video, imágenes que no han sido sacadas por ninguna máquina. Las mejores y más nitidas resoluciones te las da tu cerebro, lo que nunca filmé y lo que nunca fotografié lo guardo fielmente dentro de mí, y eso no se puede formatear…

Tengo la suerte de llenar Madrid de presente y de futuro, tengo la suerte de bañar Granada de pasado, tengo la suerte de vivir en un mundo lleno de contrastes. Hay que cambiarle el nombre al Paseo de los Tristes…

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