domingo, 27 de septiembre de 2015

Comprar colchones

Hay veces que los focos te iluminan y esa misma noche te sientes único, como si el mundo no importara, como si solo tuviera efecto en tí unas notas de un estribillo. En este caso a las 4:27 AM sonó una canción, que unas 30 horas antes se había convertido en especial. Notar una ausencia hace compañía, mucha compañía.

Encerrado en una caja fuerte de deseo, pasión e intensidad emocional no pude hacer otra cosa que cantar la canción, que seguirla al pie de la letra, porque no quería la llave que abriera mi caparazón, no quería salir de ahí. Necesitaba seguir en contacto contigo, aunque tú no lo supieras, aunque nadie lo supiera, mi cabeza hablaba por los dos, y así fue. Sudor, vuelve a caer el sudor de junio, esta vez todo es distinto, los horizontes se dibujan, se van marcando, se están aqui

Deseé que la pusieran otra vez, pero prolongué ese momento con un sms, que tiene mucho más significado del que parece, es una de esas cosas que tienen que conservarse en la lista de “enviados” y no borrarse, es parte importante de tu vida, de tu momento, de tu yo en soledad, que anhela una compañía en silencio. Allí estuve yo, y tú también, aunque nadie jamás se diera cuenta de ello. No sabrás nunca lo que fue ese momento, porque quizás ni yo mismo puedo explicartelo de la manera que me gustaría.

Me encantaría grabarte mi mente y reproducirtela una y otra vez, sólo así encajaría todo. Pero encajará, porque lo siento así y porque “Wish you were here”.

*Suena: Texto de Rayuela en mi mente - Córtazar

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