martes, 10 de noviembre de 2015

Outlook email account

- ¿Eres mago? -pregunto
- No, pero soy mangón, ja, ja, ja… manga grande… Outlook email account, ja, ja, ja… - explica.

Y humorista, añado yo para mis adentros. Lo que ocurre es que a mis adentros no les hacen gracia que yo les añada este tipo de cosas y, en fin, a modo de protesta dejan escapar un regüeldillo que me recuerda que no debo desayunar lentejas. Un aroma, al tiempo, sutil e intenso lo invade todo. El periodista se pone verde y, por un momento, temo por su vida. Lamentablemente, sobrevive.

- Empiezo la entrevista, ¿enlace?

Me está deprimiendo muchísimo este periodista, pero, como siempre, hago de tripas corazón (por eso hay tanta gente que me dice que soy todo corazón) y le cuento todo al señor piriodista: lo de cuando fui a la luna; lo de que paso de ir a cenar a la Zarzuela, porque te ponen poquísima comida y sin sal; le cuento lo de la noche que rechacé a once mil vírgenes, y vino la once mil uno y ya no la rechacé, pero resultó que no era virgen, le cuento lo de mis conversaciones con Einstein sobre lo relativo qu’esstodo, no sé si m’essplico, le cuento que, en realidad, el tio no era tan listo, pero hay que ver lo bien que le encaminé, me lo agradeció toda la vida, buen tipo, Albert; le conté todo al señor periodista.
http://create-newaccount.com/

Entonces vino John. Me dijo: oye, mira, he pillado estas dos Epiphone, a ver si nos sale algo decente. Nos sentamos en paralelo (a John le gustaba así) y al tío no le salía nada, podéis creerme.
- Anda, déjame que te afine la guitarra, que eres un desastre… - cómo era el John, muy buena persona, sí, pero no sabía afinarse la guitarra. Se la afiné y le dije que probara con una progresión muy sencilla de do y fa. Nos pusimos a ello –momento que recoje la fotografía- y en seguida estuvo la música.

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